Tampoco sirve de nada preguntarle a un olmo para cuando tendrán mejor sabor las peras. La ley de la gravedad, muchacho, se inventó para vivir contradiciendola. No para contradecirla para vivir. La vida es mucho más que la piel que nos recubre... el alma. La vida es el alma y su piel, es la sangre y las venas, el pan y la mortadela.
No andes lamentandote, muchacho, por las horas que no has querido vivir en tu piel. Las mejores mujeres son aquellas que adjetivan de peligrosas tus mejores amigos. Incluso tu propia conciencia. Las mejores mujeres, muchacho, son aquellas que en una noche son capaces de dejarte tirado en la calle, sin una sola moneda en el bolsillo, la lengua asfaltada por la madrugada, y las costuras de la piel a la vista.
Si las buscas, las encuentras. Aunque ten por seguro, muchacho, que será su marido quien les prepare el desayuno.
“Si la vida se deja yo le meto mano, y si no aun me excita mi oficio”
(La del pirata cojo) Sabina.

3 comentarios:
Amen :)
He dicho.
Falto de educación? Jejejeje, solo era literatura.
Publicar un comentario