Y se vuelve todo tan obsceno
que en lugar de vivir el primero
en mi lista, me doy por perdido.
En lugar de vivir lo vivido
y sentime un Adan con su Eva
me disperso de mala manera
y me muerdo con saña el ombligo.
Y es que, primo, todo es tan obsceno
que a la larga se seca el tintero
como no suprimamos las prisas.
Y entre ataque y ataque de risa
me someto a cura de llanto,
intentando aliviar, mientras canto,
mi tortura sencilla y concisa.
Y se trata de airear el sombrero
para así maltratar a lo obsceno
de las muertes que uno acumula.
Y estos dias de frio y de gula
son excusas pá iniciar un camino
celebrando (algunos) que un niño
fue a nacer entre un buey y una mula.
1 comentario:
Me alegro de que hayas vuelto para poder seguir curioseando y disfrutando de tu página
Un beso lunático
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